Científicos tinerfeños: “No nos dejan estudiar nuestras propias enfermedades”

Unos 40 proyectos que buscan cura para diabetes, párkinson, tumores, ELA, hiperoxaluria, Huntington o Dent, en peligro de desaparecer debido a la negativa de trasladar animales

Unos 40 proyectos de investigación en Tenerife corren peligro de desaparición debido a las dificultades para el traslado de animales de experimentación a la Isla, un problema que vuelve a producirse. “No nos van a dejar estudiar ni nuestras propias enfermedades”, afirman representantes científicos tinerfeños.

Como ya pasó hace cinco años, Iberia se niega a trasladar al Archipiélago ratones para continuar las importantes líneas de investigación que se desarrollan en nuestra tierra en el campo de la biotecnología, la búsqueda de tratamientos para enfermedades como diabetes, párkinson, diversos tumores, ELA o patologías raras como la Hiperoxaluria, Huntington o Dent, de nulo interés para las farmacéuticas y en las que somos punteros.

La última llegada de ratones a la Universidad de La Laguna para regenerar sus existencias fue en octubre de 2020, y posteriormente no se han podido recibir ni enviar desde Tenerife ratones modificados genéticamente en nuestros laboratorios y solicitados por la prestigiosa Universidad de Stanford (Estados Unidos) o centros investigación en Sevilla o San Sebastián. Todo ello supone un problema para los científicos tinerfeños.

María Rosa Arnau, responsable del Animalario de la Universidad de La Laguna (ULL), lamenta esta situación y reconoce que nadie les ha dado una explicación. “Nos han dado excusas tan variopintas como que podían comerse los cables del avión”. “Es absurdo porque en la bodega viajan perros, gatos, serpientes, loros, pero no permiten animales para investigación”. Y afirmó que “este es un servicio esencial para la investigación en Canarias y no nos pueden dejar aislados”, por lo que solicitó su “obligatoriedad” como si fuera el servicio mínimo en una huelga. A cualquier lugar de la Península llegan camiones refrigerados desde Madrid o Frankfurt, “sin embargo, la única forma de que lleguen a Canarias es por avión”.

El Animalario de la ULL custodia ratones, ratas, conejos o anfibios de al menos 35 proyectos de investigación que trabajan con esos roedores, por lo que “la gran mayoría terminarán parándose si este tema no se resuelve”. Recuerda que la normativa sobre el traslado de animales para investigación es restrictiva y exigente y hay que cumplir muchos requisitos para su correcta manipulación, evitando que sufran estrés, penosidad, a una temperatura refrigerada y en condiciones muy controladas libres de patógenos.

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